Antinaturaleza

Ilustración de Josan Gonzalez

“Es antinatural”. Como si algo en nosotres quedara de lo natural.

Me enternece la propuesta de volver a la propia naturaleza, como si supiéramos en qué consiste. Como si dejarnos guiar por nuestras pulsiones fuera garantía de un retorno a los orígenes. Nuestro deseo está completamente colonizado. No es con sentido común como vamos a recuperar la inocencia. El sentido común está forjado en los hornos de nuestra sociedad, en su historia y sus producciones culturales, el instinto ya no es más lo que era (¿cuándo lo fue?).

Ante tal panorama, prefiero emprender otro rumbo. Investigar mis deseos, pero dejarme también contagiar por pulsiones ajenas, trazando una elipse que en su recorrido me aleje para visitar otros paisajes. No dejo de orbitar en torno al mismo eje, pero me propongo ampliar esa órbita todo lo posible.

Vengo recorriendo un camino que no parece natural, que no me surgiría espontáneamente de no haberme encontrado con estas personas, con estos aprendizajes, con estas lecturas. Y después, con estas vivencias. No tengo ninguna certeza de estar acercándome a mi naturaleza, ni lo busco. Lo que me tienta es evolucionar. Pero estoy dispuesta a sorprenderme: si bien al decir “evolución” imaginamos un movimiento hacia afuera, una conquista de otra cosa, en su útero etimológico este término carga el germen de la palabra “volver”.