top of page

Caminar en el desierto


Foto de Fernando Paredes Murillo en Unsplash

Querés algo desde las entrañas, pero sabés que no da tomar por ese camino. O al revés, todos los cálculos racionales dan como resultado una opción que te revuelve el estómago cuando la seguís. ¿Cómo salvar la distancia entre el intelecto y la emoción?

Un día elegí ser de una forma, una forma redonda y suave que vi en otro y que me inspiró. Pero mis aristas me impidieron rodar, y tuve que hacer una fuerza insana para despegar un lado del piso. Cuando llegué al punto en que precisaba entregarme a la fuerza de gravedad, cerré con fuerza los ojos y aguanté el golpazo, a sabiendas de que por lo menos al cabo de la caída una punta estaría roma. Ahora sólo faltaban siete, pero no quise más repetir ese procedimiento.

Entonces me imaginé otro escenario: en vez de un cubo soy una persona, ante un gran desierto por recorrer, porque dar un paso tras otro es menos arriesgado que entregarse a la caída libre. Sólo que no existen otros medios de transporte por estos pagos, y el desierto de Jim Morrison es casi un destino vacacional en comparación con este. Es un largo camino, y cada paso pesa un poquito más que los anteriores. Pero al mismo tiempo mis músculos van fortaleciéndose en el trayecto, porque arranqué sin prisa y con ganas.

Después de días interminables que se volvieron semanas, meses y años, llegué a lo que esperaba que fuese un umbral pero que resultó ser una pared de vidrio: el mental y el emocional van por carriles separados, me había dicho alguien que sabe mucho. No quise creerle, porque siempre me gustó hacer un esfuerzo para comprobar las cosas por mi experiencia. Sin embargo, me sirvió llegar ante esa pared de vidrio y observar: lo que pasaba de un lado, en el mundo de las emociones, era una locura total desde el punto de vista del pensamiento, y viceversa. Pero esa contemplación mutua hizo surgir una complicidad entre estos dos universos y, si bien no logran darse la mano por la invisible barrera que los separa, al menos se miran de vez en cuando y hasta se sonríen mientras caminan en paralelo.

Entradas destacadas
Entradas recientes
bottom of page