Multiple choice

Golden Abstract Tree Branches, fotografía de Suzanne Powers

El habla defectuosa, el error y el desliz. No podés evitar considerar estas señales y atribuirles un significado determinado. ¿Pero qué si es otro? ¿Nunca te pasó hablar enrollado por haber almorzado hace demasiado poco, o por haberte despertado tarde, o temprano…?

Creo que son las películas las que alimentan la ilusión de que todo tiene una explicación lógica, y que el mundo se encaja en unos moldes bien definidos. El detective se basa en un raciocinio a prueba de incoherencias que resulta de lo más divertido para la trama ficticia, poco útil a mi entender para aplicar a la vida real.

Adivinar un sentido, una trama secreta por debajo de la existencia, escapa por completo a mi repertorio de hábitos. No obstante, construir un sentido, usar un hilo de color para atar los puntos escogidos evitando que caigan en el olvido, me resulta de lo más vital. Podría arriesgarme a decir que se trata de eso la vida.

Si uno se inclina por investigar “cuál es el significado de la vida” tiene todas las chances de perderse en el camino. Si en cambio construye un sentido, no hay error posible; a lo sumo brotarán ganas de sembrar otro sentido, que puede elegirse a partir de ahora mismo. En el primer caso hay una sola respuesta, en el segundo hay infinitas.

Siempre me identifiqué más con el orfebre que con el buscador de pepitas de oro.