Tiene cambio

Inkult Magazine – Patrik Svensson

No se aprende escuchando. Se aprende viviendo. Se puede acompañar la vivencia con palabras explicativas, que más que nada amenizan y dan una cierta tranquilidad. Pero el recorrido práctico es lo único que instala un nuevo condicionamiento. ¿Y por qué uno querría condicionarse? ¿No venimos suficientemente condicionados?

Lo que pasa es que, así como la naturaleza tiene terror al vacío, es inconcebible sustituir una forma de comportarse por la nada misma: cuando las cosas pasan (cuando la vida está en funcionamiento, o sea todo el tiempo), hay una reacción interna, que puede manifestarse o no hacia afuera. Y eso es lo que, si se quiere, se puede cambiar. De yapa, te llevás un chupetín regalado por tu interlocutor, que no puede creer lo que cambiaste.

La diferencia perceptible entre reprimir la expresión de una reacción interna y cambiar por completo su raíz está en las manifestaciones fisonómicas, en las microexpresiones, en los rictus. Y el que está frente a vos se da cuenta ⎼salvo que seas un maestro del poker⎼ de todo lo que te pasa. ¿O vos no te das cuenta de lo que pasa por el mundo subterráneo del que tenés enfrente cuando siente algo y lo disfraza? Por eso el otro te felicita. Y vos te sonrojás porque pensaste que nadie lo notaba.