Apuntes sobre comportamiento (más)

Broche construido para el Festival de las cinco estaciones en Bélgica,

por Mehmet Ali Uysal

El purista del error, del mal paso premeditado, del desafío sin cálculo, ese que no tiene nada que perder, también puede perder algo que ni sabe que existe. Al pisar el jardín aplasta una brizna de hierba que solo descubre cuando quedó atrás. No pretendemos que deje de caminar por el parque, pero sí que lo haga descalzo.

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Todas las veces que escucho juicios encendidos sobre otras personas pienso que el que los formula logró encontrar una explicación perfecta de la conveniencia de esa óptica. Nada más. Esto, aunque esperable, me resulta penoso.

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Atar un suceso a la responsabilidad de otro es un hábito no exento de riesgos. En general somos varios, somos todos los involucrados los que construimos nuestra realidad común. El dorso de la mano que, tímido, se encaja en la otra palma no tiene menos responsabilidad que la mano receptiva, palma hacia arriba, que hace la invitación.

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Existe ese comando para subir o bajar el contraste. Cuando subís el contraste se acentúan todos los colores brillantes pero también el negro. ¿Pensás que el comportamiento responde también a ese tipo de graduación? ¿Que la intensidad de la vivencia tiende a ampliar la distancia entre los estados pico: alegría-tristeza, amor-odio, entusiasmo-apatía, que nuestra percepción encajona como opuestos? Qué liberador poder subir la intensidad de los tonos deseados, manualmente, sin automatizar las consecuencias.