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El secreto mejor guardado


Instalación de Chiharu Shiota

Hasta hace poco tiempo lo más seguro era lo secreto. Si uno quería conservar algo, lo guardaba lejos de la codicia ajena, lo escondía al mundo. La literatura y el cine exploraron obstinadamente los secretos y los tesoros ocultos. Este es uno de los paradigmas que más radicalmente cambió en la última década: hoy en día lo más seguro es compartir.


Cuando una foto o un documento ingresan a la nube virtual, lo difícil no es perderlos, sino todo lo contrario: hacerlos desaparecer. Es como si atravesar las puertas del cielo de la red inmortalizara la información. El que trató de borrar una simple imagen ya conoce las dificultades que le esperan. En un click pasa de dueño a ladrón, porque su poder sobre el contenido compartido se esfuma, y se encuentra en la tragicómica situación de querer hacer retroceder el tiempo.


Todavía existen los que pregonan la seguridad de un drive externo, material, íntimo. Pero la evidencia de que una simple inmersión accidental en el inodoro destruye irreversiblemente ese objeto, por no hablar de un incendio, tienta a inclinarse por la seguridad virtual, por más desconfianza que inspire esa asociación de palabras (“seguridad virtual” me produce la misma impresión que “endulzante dietético”: ¿es seguro o no es seguro?).


Y sin embargo la experiencia está enseñando por todos lados que lo que se comparte se preserva: las fotos que subí a mis redes sociales están ahí, organizadas o no tanto; mientras que las que quise atesorar en mi celular de turno murieron en algún traspaso de aparatos, no sobrevivieron a la amenaza de estar en un solo lugar. No hablemos de las que guardó mi madre impresas en papel, a las que fotografío digitalmente como queriendo poner un freno a la degradación ya avanzada.


Pensando también en lo material, compartir es como salvar. Dar algo es retirarlo momentáneamente del inexorable flujo de las cosas hacia su desaparición. ¿Será que esta nueva costumbre de compartir se nos pega en la vida real (en oposición a la vida virtual) y al mostrar más ganamos tanta aceptación como likes en las redes sociales?


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